En los últimos meses, Boiler Room ha enfrentado fuertes cuestionamientos debido a sus nexos con KKR, firma de inversión vinculada a la industria armamentista, cuyas operaciones han generado controversia por la venta de armas a Israel. Esta relación ha puesto en entredicho la credibilidad cultural de la plataforma, acusada de perder autenticidad frente a la comunidad musical que la vio nacer.

Sin embargo, en medio de estas críticas, Boiler Room ha encontrado una reivindicación al invitar a una de las leyendas más influyentes de la música electrónica: Underworld. El dúo británico ofreció una presentación que se convirtió en un manifiesto sonoro de lo que significa un verdadero acto en vivo.

Durante el set, Karl Hyde y Rick Smith demostraron su vigencia y maestría, recorriendo momentos clave de su trayectoria con un sonido impecable y una puesta en escena cargada de energía. La interpretación de “Born Slippy” marcó el clímax de la noche, recordando por qué este himno sigue siendo un referente universal de la cultura electrónica.

Con esta aparición, Underworld no solo engrandeció el escenario de Boiler Room, sino que también devolvió a la plataforma un respiro de legitimidad, mostrando que, pese a los cuestionamientos, aún es capaz de albergar actos históricos que redefinen el valor de la música en directo.

por Moises

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