El bolerista Julio Jaramillo tenía toda la razón del mundo cuando en “Deuda” cantaba: “La vida es la escuela del dolor”,  una frase totalmente contundente que ahora es aplicable al hombre detrás de Eels, que casi de modo literal ha vuelto a la vida, por lo que no extraña que ahora suelte: “That said, there’s no time left/ To feel bereft and small/ Let’s have a ball”.

Así lo escuchamos en “If I´m Gonna Go Anywhere”, un tema que vendrá incluido en el décimo quinto disco de Mark Oliver Everett, que se llamará EELS TIME! Y que está previsto para aparecer el próximo 7 de junio.

Además de “If I´m Gonna Go Anywhere”, ya hemos escuchado previamente “Time” y “Goldy”; las tres forman parte de ese universo de indie rock sentimental y apesadumbrado que caracteriza al músico afincado en el rumbo de Los Feliz en Los Ángeles.

Hasta ahí todo sería una historia normal del mundo del rock, pero en días pasados Eels publicó en redes sociales un texto que da cuenta de una pasaje tremendo en la vida de cualquier hombre. En el texto primero se refiere al mundo post-covid y luego al emprendimiento de una nueva gira, antes de llegar al asunto medular:

“Algunos meses después de la gira tuve mi primera experiencia en el hospital… Lo único bueno que salió de la muerte de mi padre debido a un ataque al corazón a los 51 años, fue que me enseñó a mantenerme en la cima de la salud del corazón. Así que he tenido escáneres anuales para mantener un ojo en las cosas, y se hizo evidente que, aunque me sentía bien y no tenía síntomas, mi aorta, la arteria principal que lleva la sangre del corazón al resto del cuerpo, tenía un aneurisma y si no lo reemplazaba pronto estaba destinado a explotar y me hizo sentir síntomas cercanos a la muerte…

Tuve una cirugía a corazón abierto. Cortaron mis pectorales, cortaron mi esternón y colocaron mi corazón en la mesa. Pusieron una aorta nueva. O lo logré, o realmente estoy en un universo paralelo ahora. De cualquier manera, todo bien. Estuve en el hospital durante una semana con gente realmente maravillosa ayudándome con todo”.

Pero Eels está de vuelta y, según cuenta, con la suerte de su lado; en su estudio de grabación apareció el encontró el manuscrito original de Huckleberry Finn, en lo que un día fue el  ático y que ahora es el cuarto de control.

Mark dice que a fin de cuentas su nuevo estudio es todo un semillero de creatividad, además de mostrar el trabajo original de Mark Twain. Se trata de un hombre que se siente completamente renovado y al que no le queda más que cerrar su mensaje con un: ¡Soy un tipo con suerte. Estoy tan contento de poder decir hola de nuevo!… llegó el momento de Eels Time!